¿Estás pensando en darle una decoración otoñal a tu casa y no sabes cómo hacerlo para conseguir ese toque acogedor o hygge, como dicen los daneses? El otoño es, sin lugar a dudas, una de las estaciones preferidas por muchas personas. Tras los largos y sofocantes días de verano de calor asfixiante, el otoño llega como un respiro que trae consigo la promesa de aire fresco, lluvias que nutren el campo y transforman el paisaje, y atardeceres que tiñen el cielo con tonos cálidos y dorados.
Es una estación que invita a la introspección y, sobre todo, a reencontrarnos con el interior de nuestros hogares. Las temperaturas comienzan a bajar, el sol ya no quema, y pasamos más tiempo en casa. Por eso, la decoración otoñal cobra especial relevancia en estas fechas.
La decoración de otoño no solo responde a una cuestión estética, sino también a una necesidad práctica: la de adecuar nuestros espacios a las nuevas temperaturas y rutinas. A medida que el clima cambia, nuestro hogar también debe transformarse para que podamos disfrutar plenamente de esa sensación acogedora y placentera que tanto nos encanta. Después de todo, el hogar se convierte en nuestro refugio cuando el viento frío comienza a soplar y los días se acortan. A continuación te dejamos algunas ideas para una decoración de otoño acogedora de forma sencilla y sin tener que hacer grandes cambios.
Adecuar el recibidor
Una de las primeras áreas que podemos abordar es el recibidor, esa zona de la casa que nos da la bienvenida cada día al regresar de la calle. Con la llegada del otoño, los elementos ligeros y veraniegos como los sombreros y sandalias deben ser sustituidos por piezas más apropiadas, como los chubasqueros, las botas de lluvia y esa rebequita de punto que comienza a hacer falta. Un perchero robusto y una cesta para los paraguas, son dos elementos que no pueden faltar y que también van a contribuir a darle un aspecto otoñal a la entrada de casa.
Cambio de cortinas para una decoración otoñal
Las cortinas son otro elemento clave para conseguir una decoración otoñal acogedora. En verano solemos optar por tejidos ligeros y translúcidos que dejan pasar la luz, pero en otoño, la textura cobra mayor importancia. Es recomendable sustituir las cortinas finas por otras más gruesas, que añadan una sensación de abrigo y, al mismo tiempo, ayuden a aislar el frío exterior. Los tejidos como el terciopelo o el lino más pesado mantienen el calor y aportan una textura rica. La combinación de cortina y visillo también es una gran idea.
Recuperar las alfombras
Las alfombras, que quizás retiramos y guardamos en el trastero durante los meses más cálidos, se convierten en un imprescindible en la decoración de otoño para casa. Cuando colocamos alfombras en espacios como el salón o el dormitorio, conseguimos dos objetivos. Por un lado, estamos añadiendo confort bajo nuestros pies, y por el otro, logramos darle a la estancia una sensación visual de calidez mucho más agradable que dejando el suelo desnudo.
Además, las alfombras permiten jugar con los colores típicos de la temporada, como los tonos tierra, rojizos y anaranjados. Así, podemos integrar el paisaje de la estación en cada rincón del hogar.
Que no falten los plaids y las mantitas
Un elemento imprescindible en la decoración del salón en otoño son los plaids y mantitas, estratégicamente colocados sobre sofás y sillones, para poder envolvernos en ellos en cualquier momento del día. Las mantas de cuadros, en particular, tienen un encanto otoñal innegable, porque nos recuerdan a las escenas de campo y las tardes de chocolate caliente.
Cubrir las sillas
También podemos darle un toque otoñal y acogedor a las sillas, bancos y butacas, de manera muy sencilla. Prueba a cubrir estos muebles con mantas de pelo suave o cojines de tejidos gruesos. Además de aumentar la sensación de confort a la hora de sentarse, también se consigue un ambiente más cálido y agradable en la estancia. Se trata de pequeños detalles con los que podemos crear rincones de descanso donde apetece relajarse con una bebida caliente y un buen libro.
Cambio de textiles
Otro aspecto fundamental a considerar en esta transformación estacional es el cambio de textiles. Los colores cálidos como el ocre, el teja o los tonos amarronados son un must en otoño. Estos tonos aportan una sensación de conexión con la naturaleza, incluso aunque estemos refugiados en casa. Incorpora estos colores en cojines, mantas o incluso en fundas de almohadas para darle al salón y a los dormitorios ese toque otoñal que buscamos.
Vajilla de otoño
Un detalle que a menudo se pasa por alto, pero que puede marcar una gran diferencia, es la vajilla. El otoño es la temporada ideal para volver a los materiales más rústicos y cálidos. La cerámica en tonos naturales es perfecta para este cambio. Además, debemos incorporar más tazas y cuencos para nuestras sopas e infusiones calientes.
Más puntos de luz
La iluminación también es muy importante para conseguir ambientes acogedores. Con los días más cortos y las noches más largas, es necesario añadir puntos de luz extra que contribuyan a esa sensación de calidez y bienestar. Las lámparas con luces cálidas son imprescindibles, y las velas —tanto las naturales como las de luz LED— proporcionan una atmósfera íntima que invita a relajarse. Puedes poner algunas velas en el salón, el dormitorio o incluso el baño. Las velas perfumadas con aromas como la canela, el clavo o la calabaza también ayudan a envolvernos en el espíritu de la estación.
Con estos pequeños cambios, podemos conseguir una decoración otoñal perfecta y disfrutar plenamente en la comodidad de nuestro hogar. No obstante, es fundamental que el espacio esté bien organizado. Una excelente opción es utilizar un trastero donde puedas guardar los elementos decorativos de otras temporadas, incluso tu ropa, cuando hagas el cambio de armario.
De esta manera, tendrás siempre un hogar perfectamente adecuado a cada estación, sin desorden, y listo para adaptarse al ambiente acogedor que el otoño pide. Si necesitas un espacio de almacenaje extra, contacta con Grupo La Nave. Tenemos soluciones a medida para ti.