Guardar la bici en casa puede suponer un problema si no se dispone de un espacio habilitado para ello. El mejor espacio para este vehículo es el trastero o la cochera y su almacenamiento va a depender del uso que se le dé a la bicicleta.
Te contamos algunos trucos sobre cómo guardar la bici en casa sin que sufra ningún tipo de daño.
Cómo guardar las bicicletas para que no se dañen
Guardar bicicletas en casa, o en su defecto en un espacio interior, las resguarda de los agentes externos: el sol y la humedad. Así conseguimos que no se oxide ni se deteriore. Además, está protegida frente a robos.
Con respecto a dónde guardar las bicicletas, las opciones más comunes son el garaje, un trastero o la terraza. En todos los casos evitas tener que introducir la vivienda en casa y que se puedan manchar el suelo o las paredes, pues no tendrá que entrar en casa y evitamos manchas en el suelo o la pared.
La mejor opción siempre es guardarla en vertical con un sistema tipo gancho, que te permitirá almacenar varias bicis. No obstante, si hay espacio suficiente puedes buscar un sitio donde apoyarla para que esté más accesible.
Guardar la bicicleta en el trastero: la opción más recomendable
Guardar la bicicleta en el trastero es la opción preferencial, pues así se puede limpiar, pero para ello hay que tener en cuenta el nivel de uso. Para bicicletas de uso esporádico lo mejor es elevarlas para que las ruedas no toquen el suelo y desinflarlas. De este modo la cámara no se deformará en las zonas más débiles. A su vez, hay que engrasar bien la cadena y revisar el estado de los piñones, el plato y el eje de las ruedas.
Cuando se hace un uso regular de la bicicleta no es necesario desinflar las ruedas, pero sí es aconsejable que no estén en contacto con el suelo y mantener en perfecto estado la cadena y las transmisiones. Incidiremos más adelante en estos consejos sobre mantenimiento.
La mejor manera para guardar la bici es colocarla en un lugar donde ocupe el menor espacio posible. Esto implica sacar partido de las paredes o incluso el techo. Apoyarla de manera irregular puede conseguir que se caiga al suelo y que reste metros para otros usos.
Guardar la bici en el jardín, la terraza o la vivienda
En el jardín o la terraza, que son espacios exteriores, puedes usar un cobertizo para bicicletas o, si esta opción se escapa de presupuesto, una funda impermeable, pues así garantizas que las manetas, el manillar, los neumáticos, la transmisión y la cadena no se deterioran tan rápido.
El último espacio a escoger es el interior de la vivienda, pero si toca esta opción, la mejor fórmula es colgarla del tubo central, para que las ruedas queden flotando alejadas de la pared, sin manchar en exceso.
Trucos para guardar la bicicleta correctamente
Las bicicletas se pueden guardar de manera vertical y horizontal, con ganchos, soportes, poleas y haciendo agujeros en la pared o sin tener que hacerlos. La elección va a depender del espacio en el que se localice la bicicleta y la frecuencia de uso. Pero más allá de eso, hay otros trucos que son de mucha utilidad.
Consejos para evitar daños en la bicicleta
Guarda siempre la bici limpia y engrasada, especialmente si te toca dejarla al exterior con la protección de una funda. Si usas cámaras antipinchazos, la válvula ha de quedar en la posición más alta. En cuanto a la transmisión, deja puesto el piñón y el plato pequeños, para que los muelles en los cambios no estén tensionados.
Qué sistemas son los más usados para guardar bicicletas
El soporte vertical es perfecto para espacios de tamaño reducido, como sucede en muchos trasteros. También son ideales en el balcón o en el pasillo si tienes que guardar la bici en casa. Son parecidos a los soportes de pie, que son horizontales y únicamente se fijan en la rueda trasera.
Las fundas y arcones o armarios para bici tampoco implican tener que hacer obras en la pared, algo que sí es necesario cuando se usan ganchos o poleas. La elección del sistema de almacenaje va a depender del espacio disponible y la frecuencia de uso de la bicicleta.
Guardar la bici en casa obliga a buscar un espacio en el que el vehículo vaya a estar protegido, sin que resulte dañado ni se deteriore, pero que tampoco dificulte el tránsito. Para ello, contar con un trastero de fácil acceso y alta seguridad es la mejor opción.