Todos hemos llegado a ser “víctimas” de la acumulación de ropa, ya sea debido al aumento de la familia por la incorporación de nuevos integrantes, adquisición de nuevas prendas por cambio de tallas, o simplemente porque se nos pasa la mano comprando. Tarde o temprano, siempre llega el momento en el que no sabemos dónde almacenarla y no queremos deshacernos de ella.
La solución para el almacenamiento de ropa que no tenemos en uso la encontramos en el alquiler de trasteros y en su funcionalidad para guardar elementos para los que no tenemos espacio en casa.
Cuando la familia aumenta por el nacimiento de un bebé se llega a acumular mucha ropa debido al rápido crecimiento de éstos, pero cuando se trata de una familia en busca de más hijos es usual que se pretenda almacenar la ropa para su futura reutilización.
Lo primero que se debe hacer en este caso es realizar un inventario de lo que se va a guardar, o simplemente identificar la caja donde será depositada, etiquetándola para que sepamos lo que contiene y no caiga en el olvido por un simple despiste.
Por otro lado, es importante saber lo que tenemos para poder clasificar la ropa entre lo que de verdad queremos almacenar y lo que podemos desechar o donar. Además, si se trata de ropa que tenemos en mente utilizar dentro de un periodo corto de tiempo sería conveniente que se mantenga a mano o por encima del resto.
Antes de comenzar a organizar la ropa en nuestro trastero debemos limpiarla y lavarla de manera correcta, tal y como lo indica en cada una de sus etiquetas. Porque si no lo hacemos, corremos el riesgo de que se estropee con el tiempo o llegue a oler mal. Así mismo, tenemos que saber que no es conveniente que se almacene la ropa en bolsas de plástico, ya que al estar guardada puede acumular humedad y transferirse a la ropa.
Se dice que es más importante el lugar donde almacenas la ropa, que el cómo la almacenas, por lo que intentaremos buscar un lugar en nuestro trastero que sea oscuro, seco y fresco. También se recomienda que exista una ligera corriente de aire y que no haya contacto directo con la luz del sol. Todo esto es fundamental para el mantenimiento de los tejidos de la ropa.
Es imprescindible evitar doblar en exceso la ropa y por otra parte, volver a acomodar la ropa una vez al año doblándola de manera diferente para que los pliegues no se asienten y se empiecen a desgastar. Un último consejo es evitar en la medida de lo posible las perchas de metal, pues con el tiempo pueden arruinar nuestra ropa.
Los consejos de almacenamiento en trasteros nunca están de más, por eso desde Grupo La Nave os damos los más importantes para que podáis llevarlos a cabo.