Hace relativamente poco por fin le hemos dado la bienvenida a la primavera, y con ella, viene una época de cambios constantes en todos los sentidos.
No seremos lo únicos en empezar a echarle mano a la ropa de buen tiempo que tenemos guardada, porque no podemos esperar a que comiencen a subir las temperaturas, pero… al realizar el cambio de armario nos damos cuenta de lo abandonado que tenemos el trastero en el que guardamos la ropa para el cambio de estación y no solo eso, si no todo en general.
Es hora de llevar a cabo una limpieza general de éste y la primavera es un buen momento para hacerlo ya que muchos de nosotros tendremos un tiempo libre en esta Semana Santa.
La pregunta que muchos nos planteamos antes de estas rigurosas limpiezas siempre suele ser la misma: ¿Por dónde empezamos?
Los espacios en blanco son ideales para comenzar algo, por lo que os recomendamos que hagáis una revisión de las cosas que ya toman posición en el trastero; si es posible, se aconseja vaciar el trastero para ubicar todo nuevamente. Es importante que al hacer esto tomemos conciencia de las cosas que realmente necesitamos y de las que seamos capaces de deshacernos, debido a que esto nos facilitará mucho espacio extra para poder volver a organizarlo todo y, obviamente, añadir nuevos elementos a él. Además, la limpieza se podrá hacer de manera exitosa y general, porque al mover nuestros objetos podemos llegar hasta esas zonas que no tenemos alcance realizando una limpieza cotidiana.
Las fuentes de luz que tengamos en nuestro trastero es fundamental que se mantengan limpias para que expongan su luz de manera correcta; porque a nadie le gusta la tetricidad que algunos de estos producen al pasar por su puerta. Es preciso que se utilicen los productos adecuados para limpiar cada tipo de lámpara para que no se eche a perder con el tiempo.
Junto a la limpieza de las lámparas, también añadiremos el suelo y el techo del mismo, que aunque estos necesitan un mantenimiento mínimo de una vez por semana igualmente es importante que se limpie a fondo. Con este gesto podremos quitar el polvo y las telarañas que posiblemente se alojarán en él después de todo este tiempo.
Asimismo, es conveniente que procedamos a realizar la limpieza de los muebles de almacenaje y organización que hay en nuestro trastero. Tenemos que tener en cuenta el material del que están hechos para utilizar los productos adecuados en su mantenimiento. Si se trata de un mueble de madera es aconsejable utilizar un spray que posea propiedades que le aporten brillo, refuerce su color y ayude a su conservación.
Al igual que con la madera, los cristales también deben ser limpiados con líquidos apropiados y designados exclusivamente para su uso.
Una vez terminados estos pasos; que no es poco, continuaremos con la organización de lo que anteriormente teníamos almacenado en él y también de lo que queremos añadir. Procederemos a ubicar los muebles que nos ayudarán a almacenar cajas, bolsas y organizadores en ellos, intentando mantener un orden clasificatorio, ya sea utilizando etiquetas o empleando diversos colores para poder identificarlos en caso de que en un futuro busquemos algo que necesitemos.
Por otro lado, debemos estructurar los objetos de manera que tengamos más a mano aquellos que sabemos que no los requeriremos con frecuencia, para así evitar volver a desordenar todo cuando queramos encontrar algo.
No es nada agradable pensar que tu trastero necesita una limpieza y organización general y no saber por dónde empezar, pero es imprescindible realizarlo al menos una vez al año para que no se creen acumulaciones de objetos de los cuales podemos prescindir, y sobre todo la acumulación de polvo e insectos que con el tiempo estropearán el mantenimiento de nuestras cosas.
Desde La Nave te sugerimos que sigas estos consejos para conservar en un estado óptimo tu trastero y no te traiga problemas en tiempos venideros.