Con el cambio de estación, llega también el cambio de armario, y es cuando nos damos cuenta de que tenemos que hacer frente a otro problema: intentar quitar las manchas amarillas de la ropa guardada que han salido por no almacenarla correctamente.
Antes de que pase por tu cabeza tirar las prendas a la basura, o estropearlas con lejía, presta atención a estos remedios que te proponemos desde Grupo La Nave, con los que te desharás de ellas más fácilmente y de manera segura:
Remojar la prenda en agua oxigenada
El agua oxigenada tiene múltiples propiedades desinfectantes y también es muy eficaz para disolver las manchas amarillas de la ropa blanca guardada. Para ello, basta con poner las prendas en un barreño y añadir agua oxigenada y agua en proporciones idénticas, dejando actuar la mezcla durante unos 20 minutos, tras lo cual podemos lavar la ropa como de costumbre.
Mezclar bicarbonato y vinagre
Son dos ingredientes de sobra conocidos en la limpieza natural y que, combinados, resultan todavía más potentes. Si la mancha no es demasiado grande, podemos mezclar media taza de bicarbonato de sodio con media de vinagre, remover bien y aplicar esta solución repartiéndola por toda la mancha, manteniéndola unos minutos para que haga efecto.
Usar percarbonato como blanqueador
El percarbonato sódico es un producto que podemos encontrar en cualquier supermercado y que se suele emplear junto con el detergente habitual para potenciar el tono blanco de la ropa.
En un recipiente, añade una cucharada de percarbonato y cubre con agua caliente. Verás que en pocos minutos comienza a hacer espuma. Deja la ropa a remojo durante un par de horas y aclara abundantemente.
Frotar con limón
El limón es una de las respuestas más habituales a cómo quitar manchas amarillas de la ropa blanca guardada y esto es gracias a que esta fruta posee ácido cítrico, un componente que sirve como suavizante, antical, para limpiar el tambor de la lavadora, desincrustante y hasta como desatascador de tuberías.
Para beneficiarnos de él, podemos aplicar unas gotas de limón sobre la mancha, dejar que se seque al sol al menos un par de horas y, a continuación, enjuagar la prenda para posteriormente lavarla como hacemos habitualmente.
La forma de almacenar la ropa es clave para que no salgan esas engorrosas manchitas, por lo que, si tu casa se te queda pequeña, puedes obtener espacio extra guardándola en un trastero en cualquiera de nuestras localizaciones disponibles, con acceso las 24 horas del día y donde solo necesitarás una permanencia mínima de un mes.
Lo más importante es almacenarla limpia y bien doblada, totalmente seca, sin aplastarla y separándola por compartimentos según su tejido, pudiendo añadir también saquitos antimoho para evitar el moho y, al mismo tiempo, que tenga un fresco perfume.
Con estos truquitos para quitar las manchas amarillas de la ropa guardada, te resultará mucho más sencillo cuidar tu ropa y guardarla de la mejor manera para que dure mucho más, sin necesidad de sacrificar espacio en tu hogar.