Todos acumulamos cosas que no necesitamos. En este sentido, tendemos a conservar objetos en casa incluso cuando ya no son útiles, simplemente porque desarrollamos una conexión emocional con ellos.
Razones por las que acumulamos cosas
¿Por qué hacemos esto? Después de satisfacer nuestras necesidades básicas, como tener un techo, comida y ropa, nuestra lógica a menudo nos lleva a creer que cuántas más posesiones, mayor sensación de seguridad tendremos. Estas son algunas de las razones más comunes por las que acumulamos cosas:
Miedo a necesitar esas cosas en el futuro
Solemos acumular cosas en casa por diversas razones, como el miedo a necesitar esas cosas en el futuro y no poder adquirirlas.
Igualmente, solemos crearnos necesidades imaginarias en nuestra mente y nos empeñamos en guardar cosas por si acaso. Este impulso de acumular puede estar arraigado en la búsqueda de estabilidad y comodidad en nuestras vidas y, aunque parezca un gesto materialista, tiene unas motivaciones fuertemente emocionales.
Vínculo emocional
También experimentamos una especie de lealtad simbólica hacia ciertos objetos que nos recuerdan momentos felices del pasado. Desde el lugar donde los adquirimos hasta los recuerdos asociados con su uso a lo largo del tiempo, estas posesiones están impregnadas de sentimientos que nos hacen resistirnos a desprendernos de ellas.
Aunque muchas de estas cosas sean poco prácticas en la actualidad, las percibimos como parte de nosotros mismos, por lo que deshacernos de ellas nos parecería perder parte de nuestra identidad y sentirnos desarraigados en el mundo. Casi como si los objetos que tenemos definiesen quiénes somos.
Cultura consumista
Por otra parte, el hábito de llenar nuestra casa de cosas está arraigado en nuestro carácter y es parte de nuestra cultura. El mercado y la sociedad nos crea necesidades de compra y creemos que lo guardado nos será útil en el futuro, ya sea para nosotros mismos o para al final terminamos con una mezcla de cosas que sí usamos, con otras que hemos dejado de usar.
Esto dificulta mucho la organización y terminamos con espacios caóticos, llenos de posesiones totalmente innecesarias, que llevamos años sin utilizar y a las que propiamente jamás volveremos a dar uso.
Cómo dejar de acumular cosas que nos resistimos a tirar
Dejar de acumular cosas es difícil, pero no imposible. Estos son tres puntos que debemos tener presentes:
Reflexionar
Al cuestionarnos sobre la necesidad, utilidad y significado de cada objeto, estamos evaluando su verdadero valor en nuestras vidas. Preguntas como «¿podría vivir sin esto?», «¿le podría servir a alguien más?» y «¿tiene algún valor sentimental para mí?», nos ayudan a analizar si un objeto merece ser conservado, donado o descartado.
Guardar solo objetos con gran valor
Es importante distinguir entre los objetos que tienen un profundo significado emocional y aquellos que simplemente ocupan espacio.
Por ejemplo, podemos dedicar una pequeña caja o espacio específico a estos objetos especiales, como el primer pijama de un hijo o un recuerdo de un ser querido. También es posible acumular y cuidar cosas de gran valor en un pequeño almacén o trastero como los que te ofrecemos en Grupo La Nave. De esta forma, podrás preservar los objetos más preciosos sin abrumarte con el desorden.
Recordar que los sentimientos residen en nosotros
Hay que comprender que los objetos en sí mismos no contienen sentimientos, sino que son los recuerdos y las emociones asociadas con ellos los que realmente importan. Al deshacernos de ciertas cosas, no estamos borrando los recuerdos, sino liberando espacio físico y mental para enfocarnos en lo que realmente nos importa: nuestras relaciones y experiencias.
Si quieres despejar tu casa de todos los objetos que acumulamos, pero no estás preparado para desecharlos, en Grupo La Nave tenemos soluciones a medida. Échales un vistazo y, si tienes dudas, puedes contactarnos sin compromiso.