En la actualidad, nos encontramos inmersos en un modelo de sociedad que produce una gran cantidad de residuos de forma constante. El resultado es que los recursos disponibles se ven cada vez más limitados. El planeta se agota y el panorama es desalentador. De ahí la importancia de impulsar la cultura del reciclaje (entre otras medidas) como una forma de abordar esta problemática y avanzar hacia sistemas de producción más sostenibles, capaces de aprovechar al máximo los recursos existentes. En este contexto, entra en juego el upcycling.
Qué es el upcycling
El término “upcycling” fue acuñado en 1994 en un artículo escrito por Thorton Kay de Salvo y mencionado por Reiner Piltz. Esta palabra se refiere a la práctica de reutilizar residuos reciclables y transformarlos en productos de mayor valor, de manera que conserven su utilidad antes de ser enviados a plantas de reciclaje.
El significado de “upcycling” surge de la combinación de dos palabras en inglés: “upgrade” (mejorar) y “recycling” (reciclar), y se ha vuelto muy relevante en la vida de personas conscientes del medio ambiente. En español, también se le conoce como “suprarreciclaje”.
El upcycling busca ir más allá del simple reciclaje, ya que implica transformar los materiales y darles una nueva vida con un propósito diferente al original. Mediante procesos creativos y técnicas de modificación, se generan productos de mayor calidad o valor estético. Esto no solo evita la acumulación de residuos, sino que también reduce la necesidad de consumir nuevos recursos y disminuye el impacto ambiental asociado con la producción de nuevos objetos.
Diferencias entre upcycling y reciclar
El reciclaje se refiere al proceso industrial en el cual los residuos son transformados en nuevos materiales que luego son utilizados para la producción de nuevos objetos y productos. Es una acción respetuosa con el medio ambiente que evita la extracción de nuevas materias primas. Sin embargo, el reciclaje debe ser considerado como la última opción dentro de una serie de acciones ambientales, como rechazar, reparar, reducir y reutilizar, que son aún más efectivas en la reducción del consumo y la conservación de recursos naturales.
Por otro lado, el upcycling o suprarreciclaje se basa en la reutilización creativa de los residuos. En lugar de simplemente reciclarlos, se busca aprovecharlos de manera imaginativa y transformarlos en nuevos objetos para reducir la necesidad de consumir productos nuevos y la adquisición de nuevas materias primas. Podría entenderse como un paso previo al reciclaje, una forma de extender la vida útil de un objeto antes de reutilizar el material para transformarlo en un nuevo producto.
En resumen, la diferencia radica en que el upcycling se centra en la reutilización creativa de los residuos, mientras que el reciclaje se refiere al proceso industrial de utilizar nuevamente la materia prima. Ahora que tenemos más claro qué es upcycling, la duda es: ¿cómo lo aplicamos en nuestra vida diaria?
Consejos para el upcycling
Hay empresas que recurren a este proceso para la fabricación de algunos productos. El upcycling en moda, en decoración o en industria se está convirtiendo en una tendencia que permite aprovechar los residuos, reducir costes y apostar por un tipo de producción más sostenible. Pero también nosotros, los consumidores, podemos aplicar el upcycling en nuestro día a día. A continuación, te dejamos algunas ideas.
Palés
Los sofás fabricados con palés se han vuelto extremadamente populares en la decoración del hogar, y es una de las formas de upcycling más sencillas en decoración del hogar. Muchas personas se animan a realizar proyectos de bricolaje con palés, puesto que son muy versátiles y pueden transformarse en diferentes tipos de mobiliario. En la red se pueden encontrar un montón de ideas creativas.
Ropa
La ropa también puede dar mucho juego y utilizarse de formas creativas. En vez de tirar todas esas prendas que ya no usamos, podemos reutilizarlas para fabricar otros elementos textiles, desde cojines, usando un jersey o un suéter, hasta una cama para el perro o el gato, uniendo retales. La tela vaquera, que es especialmente resistente, se puede usar para confeccionar un bolso para la playa, una cartera o una mochila.
Cajas
Las cajas de fruta son objetos altamente versátiles y fáciles de encontrar que ofrecen muchas posibilidades creativas. Podemos darles un toque personalizado y emplearlas para fabricar estanterías, mesillas de noche o cestas de almacenaje, entre otros usos. Las mejores son las de madera porque se pueden lijar, pintar y barnizar más fácilmente.
Las cajas de cartón también son objetos ideales para el upcycling. Con un poco de cuerda de yute y una tela para forrar el interior, podemos fabricar una pequeña caja preciosa para guardar objetos varios.
Cubiertos
Si tienes cucharas, tenedores o cuchillos viejos que ya no utilizas o que están sueltos, ¡no los deseches! Puedes aprovecharlos de manera creativa para crear objetos originales como percheros, portarretratos o candelabros. Solo necesitarás unas tenazas para doblar estratégicamente algunas de sus partes, y un poco de destreza.
Crochet con bolsas de plástico
Si tienes habilidades en tejido de crochet (nunca es tarde para aprender), puedes usar bolsas de plástico para crear diferentes objetos. Desde pequeños portavasos y monederos, hasta carteras de mayor tamaño o neceseres para organizar tus cosas. Lo único que necesitas aprender es cómo trabajar con hilos circulares hechos de bolsas de plástico.
Para empezar, hay que cortar las bolsas en tiras largas y delgadas y unirlas para formar un hilo largo y resistente. Puedes hacerlo trenzándolas o atándolas entre sí. El resultado es realmente espectacular.
Envases
Los envases pueden tener múltiples usos y ser reutilizados de forma creativa. Las latas de conserva, por ejemplo, pueden transformarse en portavelas para el jardín. Simplemente, necesitas hacer pequeños agujeros en el metal para permitir la salida de la luz y colocar una vela en su interior.
Las botellas de plástico, por su parte, pueden ser convertidas en maceteros o regaderas para tus plantas.
Y los frascos de cosméticos de cristal son perfectos para reutilizarse como recipientes para guardar especias en la cocina, botones o pendientes y joyas pequeñas en tu tocador.
Como ves, el upcycling va más allá del reciclaje convencional, ya que implica la transformación y elevación de los materiales desechados, para generar productos originales y únicos. Además, es divertido y fomenta la creatividad. Por lo tanto, piénsatelo dos veces antes de tirar algo porque quizá puedas darle una segunda vida. Si necesitas un espacio extra para guardar esos objetos que quieres transformar, no dudes en recurrir a un servicio de trasteros como el que ofrecemos en Grupo la Nave.